Un espectáculo dentro de un espectáculo. Lo que se escenificó durante seis noches en el Royal Albert Hall de Londres fue un verdadero acontecimiento de inmersión en el que el sonido, la luz y los efectos especiales se fusionaron para involucrar al público y meterlo en el espectáculo. Organizado por Raymond Gubbay Ltd, «Classical Spectacular» no decepcionó a los participantes, que llevaban meses comprando entradas para una de las seis fechas programadas.
El maestro Jhon Rigby dirigió al barítono Nicholas Lester, al tenor Marc Heller y a los más de 200 artistas de la Royal Philharmonic Orchestra y de la Royal Choral Society en un evento cultural que no hay que perderse, gracias al consolidado formato creado en 1989 por Raymond Gubbay.
El compositor no pensó en el uso de las luces como efectos secundarios, sino como elementos de apoyo de la representación en la que la música clásica adquiere fuerza comunicativa gracias a los efectos especiales de última generación proporcionados por la pirotecnia, los láseres y otras sugerencias visuales, como los miles de globos de colores que llovieron sobre el público al final de la representación mientras The Royal Choral Society cantaba el himno nacional. Y a las notas de ‘Land of Hope & Glory’ se proyectó la Union Jack con Clay Paky Mythos en diferentes puntos de la majestuosa sala. La bandera británica, reproducida en 9 gobos, fue encargada a Goboservice por la empresa londinense Light Control Rigging LCR y su proyección final pretendía expresamente rendir homenaje al espíritu patriótico tan querido por los británicos.
